“La caries es una enfermedad bacteriana que destruye los tejidos del diente es consecuencia de los ácidos que genera la placa bacteriana. Esto sucede porque con los residuos de alimentos y bebidas que quedan en los dientes las bacterias fabrican este ácido; generalmente esta afección se asocia a el consumo excesivo de azúcares y ácidos contenidos en alimentos y bebidas, pero también la caries se asocia a la inadecuada higiene bucodental.”

Los dientes están formados por tejidos duros y blandos; los tejidos duros son: dentina, cemento radicular y esmalte. 

Los tejidos blandos son: el tejido pulpar (pulpa) que esta  compuesto por fibras nerviosas que otorgan sensibilidad al diente; junto con el paquete vasculo-venoso que lo conforman nervios, una vena y una arteria.

Esta dolorosa e incomoda infección puede aparecer desde que la primera pieza dental asoma en la encía de los niños hasta la edad adulta; No obstante la primera muestra de caries en bebés recibe el nombre de “caries de biberón”, esta aparece cuando al bebé se le dan líquidos endulzados, leche, compotas, jugos de frutas y no se le enjuaga prontamente la boca. Lo importante es estar atentos de su limpieza bucal desde pequeños.

Es recomendado no dejar biberón o chupo con ningún contenido dulce o azucarado, es de vital importancia limpiar la encía del bebé y comenzar el cepillado desde la primera aparición de los primeros dientes conocidos como dientes de leche, visite regularmente al odontólogo cuando todas las piezas dentales ya hayan aparecido.

La importancia de los dientes de leche es grande; puesto que estos mantienen el espacio a los dientes que vienen, la extracción prematura de un diente de leche a causa de la caries u otra enfermedad provocará que los demás dientes se muevan perdiendo el espacio destinado para el diente definitivo que viene en camino, haciendo que la mordida se vea afectada y desencadenando otra serie de inconvenientes, es de vital importancia prevenir la caries.

Diagnosticar la caries es tarea directa del dentista, no obstante una de las señales de la aparición de caries es el cambio de brillo y color en el diente, el borde del diente tiende a volverse amarillo, marrón o negro en la zona careada, otra señal es la ruptura del diente; los dientes más afectados son los molares, pues es allí donde se almacena el mayor número de residuos de alimentos. 

Generalmente cuando recién esta comenzando la caries no duele, pues sólo ataca el esmalte del diente, sin embargo si la lesión aumenta y la caries logra llegar al interior del diente donde se encuentran los filamentos nerviosos, al mínimo contacto con algo dulce, ácido, frío o caliente generará un gran dolor.

Siempre estará en las manos de los padres la salud de sus hijos, conseguir una salud bucodental es muy sencillo, dentro de la homeopatía hay tratamientos que ayudan a reforzar la dentadura del niño y la harán menos propensa a la caries. Elementos como la Calcarea Carbónica, Calcarea Phosphorica, Mercurio, Sthaphisagria, Sulphur y Silicea entre otros son utilizados para el tratamiento de la caries; no obstante esto no significa que  los buenos hábitos se deben suprimir, al contrario estos siempre deben ir de la mano con cualquier tratamiento que se emprenda para la prevención o radicación de la caries.

Regalarle a nuestros hijos la oportunidad de tener una linda sonrisa acompañada de una buena salud dental es posible. 

Artículo cortesía revista b.h.o