Sin ánimo de profundizar en misterios
psÃquicos, fÃsicos y misteriosos, abordaremos el tema de la energÃa como
componente fundamental para describir la vida, teniendo en cuenta que todo
cuerpo está conformado por diversos campos de energÃa y que cuanto ocurre es el
resultado de múltiples acciones e interacciones de absolutamente todo lo que
nos rodea, lo veamos o no.
Cuando se habla de energÃa humana,
muchas culturas la describen con diferentes nombres y de diversas maneras pero
todas o la gran mayorÃa llega a la conclusión de que la energÃa humana es ese
aliento, ese motor que permite se lleve a cabo funciones vitales, psicológicas,
fÃsicas, emocionales, etc.
El universo está conectado, una imagen mental más clara para entenderlo
es recordar la pelÃcula de James Cameron “avatarâ€, en la que todos los
individuos se conectaban entre sà y transferÃan información, la energÃa
simplemente fluÃa entre ellos. Y aunque nosotros no tengamos trensas largas que
nos sirvan como conectores directos entre el entorno y nosotros; sÃ
transmitimos y recibimos energÃa de personas, animales y todo cuanto nos rodea.
Como en toda realidad, también hay ladrones de energÃa, hace algún
tiempo se publicó en redes sociales un top 10 de  los  ladrones de la
energÃa vital, según Dalai Lama, lo cual nos indica lo propensos que estamos de
que esta nos sea arrebatada.
Identifiquemos quienes pueden llegar a convertirse en ladrones de
energÃa y evitemos nosotros convertirnos en uno de esos ladroncillos.
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LOS TOMADORES DE ENERGÃA
Son aquellas personas con las que después de hablar un tiempo lo dejan
agotado, apesadumbrado, triste, confundido, vacÃo. En ocasiones no solo es una
persona la que está robando la energÃa, sino que existen temas de conversación
que son tan agotadores y extensos que roban y extraen la energÃa de los
interlocutores.
Una vez identificada la persona o tema que lo deja sin energÃa, la
solución puede ser: Evitar hablar del tema o evitar hablar largo tiempo con
estas personas. Pero como no nos podemos pasar evadiendo todo lo que nos rodea
para no ser vÃctimas del robo de energÃa, se recomienda recargarse diariamente
a través de técnicas como la meditación, el yoga, la oración contemplativa,
incluso, tranquilos paseos por el bosque o el contacto frecuente con la
naturaleza favorecen esta recarga energética.
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